Una nueva generación…

Polly Taylor, de Brighton (Reino Unido), es una apasionada de las Harley, socia del H.O.G. y propietaria de una Sportster Forty-Eight que ya ha hecho muchos kilómetros. Lo que se sale de lo habitual es que aún no ha cumplido los 30 y lleva casi 10 años a lomos de una Harley.

En 2011, con 20 años de edad y solo dos después de sacarse el carné de moto, Polly se tomó un descanso de sus estudios de derecho para hacer el viaje de 1.600 km hasta el Euro Festival Harley-Davidson en el golfo de St-Tropez. La ruta la llevó por algunas de las carreteras francesas más bellas para recorrer en moto, en el camino desde Calais hasta Port Grimaud, pasando por Reims, Chalons en Champagne, Auxerre, Vichy y Joyeuse. “Fue increíble llegar allí después de tres maravillosos días de viaje”, dijo entonces Polly. “No puedo creer que esté aquí. Es una experiencia fantástica y me lo he pasado como nunca”.

Polly consiguió su carné de moto a los 18 años, y poco después atrajo poderosamente su atención una muestra de motos custom en Brighton. En cuanto vio las Harley-Davidson expuestas, su destino motero quedó escrito, y la Forty-Eight se convirtió en su primera moto. Polly está muy unida a su Sportster, a la que inmediatamente rebautizó con el nombre de ‘Bad Ass Bella’. “He probado casi toda la gama Harley, incluido el prototipo eléctrico Livewire, que me pareció increíble, pero me encanta la Sportster. Es perfecta para mí: no es demasiado grande ni pesada, y responde de maravilla. Es una moto estupenda para la ciudad, pero también muy cómoda para trayectos largos”.

Desde su primer viaje al golfo de St-Tropez, ha habido muchos otros, dentro del Reino Unido y por el extranjero. Bad Ass Bella cuenta ahora con un depósito de combustible más grande, lo que le permite espaciar más las paradas para repostar, y ha llevado a Polly a Bol d’Or, de nuevo al sur de Francia para otra edición del Euro Festival, a Mónaco y, con un grupo de amigos, a Ámsterdam.

Para Polly lo que cuenta es la libertad e independencia que le ofrece su Harley, y también difunde con orgullo el mensaje para animar a la generación más joven a probar las Harleys. “Es una forma de viajar totalmente distinta. No hay nada comparable a reunir un grupo de amigos y poner rumbo a lugares maravillosos de Europa”, nos dice.“A mis amigos les encanta la moto y las oportunidades que me ha abierto. Algunas de mis amigas no entendían para qué podía querer yo una moto, pero cuando me vieron viajar a lugares como Saint-Tropez, ¡de pronto empezaron a sentir interés! Siempre les digo que pueden hacerlo también, que lo intenten. No es difícil”.

¿Cuál será el próximo paso para la abogada recientemente colegiada de Brighton? “Acabo de volver de un año sabático en el que me he dedicado a viajar por América del norte y del sur en una autocaravana, y luego he pasado nueve meses trabajando en una hacienda en Argentina”, nos cuenta Polly. “Ahora tengo ganas de volver a montar en mi moto; he llevado a Bad Ass Bella a revisar y ya tengo preparado un viaje a Escocia este verano, aunque a lo mejor lo alargo para visitar Suecia y Noruega. Después, quién sabe. ¡El mundo es muy grande!”