AL MANDO DE SU CABALLERÍA
En solo cuatro años, Vicki Green ha pasado de montar a caballo a convertirse en Road Captain, y durante este tiempo ha dejado su huella, tanto en su moto como en su comunidad
A Vicki Green le fascinan los caballos, tanto los animales como los de los motores, desde que tenía cuatro años. Su pasión ecuestre comenzó de niña en Hong Kong, donde vivía con su padre, inglés, y su madre, china, y continuó cuando con 18 años se trasladó al Reino Unido para estudiar psicología y neurociencia en la Universidad de Nottingham.
Al mismo tiempo, comenzó a dar sus primeros pasos en el mundo Harley® de la mano de Matt, su marido. Vicki recuerda que “un amigo de la familia tuvo un accidente que le impidió seguir montando en moto.

Sabía que Matt siempre había deseado una Harley, y él tenía una Dyna® que necesitaba un buen hogar, así que acabamos vendiendo la Yamaha de Matt para empezar a pagarla. Compramos la Dyna y Matt decidió que nunca volvería a tener una moto de otra marca”.
Un nuevo comienzo
La vida de Vicki sufrió un giro dramático en 2014 cuando su caballo enfermó y hubo que sacrificarlo. Nos dice: “Fue algo desolador. Todo el mundo me dice que fue el momento en que me transformé en la persona que soy ahora”. Viendo el dolor de Vicki, su suegro, que tenía una pequeña colección de motocicletas, decidió intervenir. En palabras de Vicki: “Mi suegro me dijo que si me decidía a sacarme el carné, me regalaría su Honda. La moto tenía prácticamente la misma edad que yo, pero pensé, ¿por qué no? La idea me resultaba a la vez emocionante y aterradora”.

Aunque Vicki había disfrutado durante cinco años viajando de paquete con Matt, nunca se le había pasado por la cabeza la idea de tener su propia moto. Pero sacar el carné resultó terapéutico y descubrió que las destrezas adquiridas sobre el caballo le eran muy valiosas. Vicki continúa: “No tuve tanto miedo como pensaba que tendría, porque veía la moto desde mi perspectiva de jinete, y al fin y al cabo, los movimientos de una moto son más predecibles que los del caballo”.
En septiembre de 2014, cuando sólo faltaba una semana para el examen final, Matt le preguntó si quería echar un vistazo en su concesionario local, Robin Hood Harley-Davidson®. Lo recuerda muy bien: “Entramos en el concesionario y quedé prendada de una preciosa XR1200 con pintura custom que había en la sala de exposición. Ya me lanzaba a por ella cuando Matt señaló el enorme cartel de ‘Moto vendida’ que colgaba del manillar: ¡qué frustración!”
Cuando Matt la dejó en casa, le dijo que tenía que ir a la oficina a buscar algo. Poco más tarde, Vicki escuchó un bramido y vio que se acercaba la XR1200.
“No reconocí el casco del piloto, pero se paró en la entrada de nuestra casa. Cuando se quitó el casco, vi que era Matt. Salí a su encuentro, totalmente anonadada. Él se limitó a decir: ‘¿Recuerdas que el vendedor dijo que hacía poco que un cliente había comprado la XR para su mujer? ¡Pues ese cliente era yo!’ Me eché a llorar”.
Tomando la delantera
Aunque el comienzo del romance de Vicki con Harley parece digno de una comedia televisiva, el viaje que emprendió la llevó a tener una participación activa en el Sherwood Chapter, grupo que describe como “genial”.
Vicki continúa: “Tras el primer año decidí formar parte del comité. Si algo me interesa y tengo ideas, en lugar de quejarme, me pongo manos a la obra si puedo ayudar. Así pasé a ser Activities Officer”.

Vicki no tardó en asumir las responsabilidades de guía en las expediciones del chapter. Nos dice: “Matt y yo nos hicimos Road Captains, y actualmente soy la única mujer Road Captain de nuestro chapter”.
Muy pronto, sus planes dejaron a los socios alucinados. “Los dos éramos Road Captains por lo que pudimos llevar a un grupo muy numeroso a Gales, donde hice bajar a todo el chapter por una enorme tirolina llamada ‘Zip World Titan’, que forma parte de la mayor ‘zona de tirolinas’ de Europa, el Parque Nacional de Snowdonia”.
Aunque de su cargo como Activities Officer destaca el que siempre está dispuesta a pasarlo bien, para ella, llevar la batuta conlleva mucho más que pasar unos días fuera de casa. “Sé que Gill ‘Moggy’ Mogg es la única mujer Chapter Director del Reino Unido, y algún día me encantaría poder decir que yo también apuntaba a un puesto parecido. Siempre intento destacar el mérito de las mujeres motoristas”.

Por eso, Vicki quiere ofrecer a las mujeres de su comunidad la misma oportunidad que tuvo ella de conseguir su primera Harley. Nos dice: “Estuve en un Ladies Day, y pregunté a todas las amigas, familiares o esposas de conocidos si les gustaría probar a aprender a conducir y acabé logrando la colaboración desinteresada de una de las escuelas locales. Las participantes recaudaron fondos para Lincs & Notts Air Ambulance, organización benéfica con la que nuestro chapter colabora. Recaudamos más de 500 £”.
Chic custom
Además de su participación en actividades del H.O.G.® para la comunidad, Vicki también es muy activa a la hora de customizar sus propias motos. Nos dice: “Me gusta mucho el aspecto técnico y la customización. Me gusta que los demás vean que mi moto no es un modelo de fábrica”.
Tras cumplir los 30 este año, decidió hacerse un regalo de cumpleaños y aumentar su colección con una Softail® CVO™ convertible, a la que bautizó como Connie. “En el chapter tengo un apodo: me llaman Angry Bird porque soy la que más ruido hace. Mis dos motos son ruidosas a más no poder”.
Su XR1200, a la que llamó Rex, fue su primer proyecto: “No tengo preparación ni aptitudes mecánicas, por lo que recurrí a los técnicos del concesionario Robin Hood para todas las mejoras importantes, incluida la conversión Stage One de ambas motos. Lo que sí hice yo misma fueron cosas como invertir los espejos, cambiar los puños y cambiar el faro por un Blackout Daymaker™.
“Fue una forma de conocer mejor mi moto, ya que sabía que no estaba preparada como para desmontar el motor y hacerlo todo yo. Puede parecer un enfoque poco técnico, pero así es como quise aprender. Cambié las cosas que pude. Para algunas personas puede parecer poca cosa, pero para mí fue la manera de convertir una moto en mi moto”.
Vicki nos dice que el tiempo que pasó a lomos de su caballo le enseñó a adoptar todas las medidas de precaución, y que nunca ha conocido a un jinete que no fuera un excelente motorista. Nos explica: “El factor miedo con los caballos es que ellos también tienen su mente. Si el caballo ve algo que tú no ves, reacciona ante ello. Por eso, al margen de tu habilidad como jinete y tu experiencia, siempre existe una cierta incertidumbre”.
Por el contrario, el motorista controla su moto al cien por cien. Vicki añade: “Tienes que pensar por ti y por la moto”.
El mensaje de Vicki es muy claro: “Para mí, Harley es más que las motos. Sentimos auténtica pasión por nuestro estilo de vida, y me encantaría que más gente lo conociera”. Mantén los ojos bien abiertos y tal vez te encuentres con Vicki predicando el mensaje de Harley-Davidson al frente del Sherwood Chapter en otro viaje magníficamente organizado…
Texto: Ciara Jack
Fotos: Harvey Gibson

 
           
          